Brent Rogers 1946 Cabeza de chorlito

Brent Rogers 1946 Cabeza de chorlito

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STORY

Brent Rogers, un apasionado de las motos de Los Ángeles, siempre había soñado con tener una Harley Davidson de época. Tras mucho investigar, dio con Kiyo’s Garage, un conocido constructor de motos personalizadas de Gardena, California. Brent se puso en contacto con Kiyo y le encargó la construcción de un Knucklehead de 1946 que siempre había deseado.

Kiyo’s Garage es conocido por su experiencia en fabricación, soldadura y mecanizado, y utilizó sus conocimientos para construir la moto de ensueño de Brent. El motor era un HD Knucklehead de 1946 que había sido reconstruido por el propio Kiyo. Las vainas eran OEM y estaban pulidas a alto brillo, mientras que el acabado del cañón era negro. La transmisión era una Andrews de 4 velocidades con una primaria de ingeniería cromada personalizada y embrague de pie. El bastidor era un Panhead OEM de pata recta, chapado y moldeado a la perfección.

La parte delantera era una VL HD con un modelo VL Springer de 1936, mientras que la trasera era de la marca Jones con un neumático Good Year Grasshopper de 19 pulgadas. Los mandos fueron fabricados a medida por Kiyo’s Garage, con acabado cromado y acelerador interno. La electricidad también fue realizada por Kiyo’s Garage, con un encendido Mallory y un faro de época, de fabricante desconocido.

Toda la chapa fue realizada por Kiyo’s Garage, con depósitos fabricados en Inglaterra por Wassell y guardabarros de acero de costilla inglesa, también fabricados en Inglaterra. El trabajo de pintura fue realizado por Bill Carter en un perla lavanda vintage de 1950, con pinstriping por Danny D. Los toques finales fueron añadidos por Michael Maestas, que hizo el asiento.

La moto se terminó hace unos años, y Brent la ha estado montando desde entonces. La sensación del viento en la cara y el rugido del motor es una experiencia que no puede describir con palabras. Es estimulante, liberador y un escape completo de la rutina mundana de la vida cotidiana.

La moto ha tenido algunas experiencias buenas y malas. Brent recuerda una experiencia especialmente mala cuando circulaba por la autopista y reventó la rueda trasera. Tuvo suerte de poder detenerse sano y salvo, pero estuvo cerca. Por otro lado, ha vivido experiencias fantásticas, como recorrer la pintoresca autopista de la costa del Pacífico y sentir la libertad que sólo una moto puede ofrecer.

En general, poseer y conducir esta Harley vintage ha sido una experiencia que ha cambiado la vida de Brent. Le ha permitido escapar del estrés de la vida y abrazar la emoción de la aventura en carretera abierta. La moto se ha convertido en parte de su identidad, y no se imagina la vida sin ella. Brent está agradecido a Kiyo y a su equipo, que le ayudaron a hacer realidad su sueño.